reencarna en sábado el domingo mitad mediodías sin aliento comprando pan en la esquina veo un perro dios sin los zapatos descalzo vacío en los dedos, vacía sonrisa nieve en el centro fuego en las espinas entre los extremos siempre el justo miedo
sin cambio, monedas que se extrañan en los bolsillos tigres en la arena panza arriba pensaban en la próxima amapola violeta sobre fondo verde a veces nubes quién sabe