semilla de limón
Josef Koudelka, Aquarium, 2008, VIA wonderful ambiguity
Partió un limón
al medio y exprimió
una mitad en su taza
de té blanco
recién preparado
cayó una semilla
además de algo
de pulpa transparente
al caliente brebaje
percibió
una mancha en la semilla
y la mancha se movía
pensó que se trataba de un insecto
una mosca diminuta, una hormiga,
oyó entonces una voz
muy tenue que le dijo:
“ayúdeme, señor,
ayúdeme”
Buscó una lupa,
y vio a una joven
sentada en la semilla
y la joven al ver
su ojo magnificado
por la lupa
le hizo pito catalán
y le sacó la lengua
“¿Cómo puedo
ayudarle, señorita?”,
preguntó el hombre
“Devuélvame al limón, yo vivo ahí
con mi familia,
en la mitad
que usted no ha exprimido
todavía”,
dijo ella.
“El limón está partido y
no tardará en secarse" ,
dijo el hombre.
“Usted preocúpese
de su vida,
que yo me ocupo de la mía,
¿ok?”, dijo la joven.
El hombre levantó la semilla
con la cucharita,
y la depositó
cuidadosamente
junto a la mitad del limón
que descansaba aún en la mesa.
Vio por la lupa a la mujercita
saludar al que parecía ser su padre,
y a quien tal vez fuera su madre
y había un niño que
quizá fuera su hermano más
pequeño, quién sabe
ya tenían preparadas las valijas
para la inminente mudanza
Los vio bajar por una de las patas de la mesa
ayudados por
una soga hecha con repasadores
que el hombre creía haber
extraviado hace años
ya en el suelo, pararon un taxi
diminuto como ellos
cargaron el equipaje en la
cajuela
subieron al vehículo y cerraron
ruidosamente las puertas
El hombre los vio perderese
en dirección al baño
suspiró
y se bebió su té silbando un tango,
específicamente: "El Amanecer"
de don Roberto Firpo
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