Soneto a la leyenda de Silvia Mosquera
Su patria es pura luz, un tibio tiempo
brotando rojo en la flor del cascabel
sonriendo un poco, deshiela el viento
con ojos que calman la sed del clavel.
"Quejarse es contaminar el ambiente",
dice y hay piel de gallina en la mañana.
Se despereza el sábado, sumisamente,
descalzo va el otoño con fe ciceroniana.
Y sueltos los segundos ya sin frenos
corriendo como corren los días buenos:
ella sabe que en el principio, fue la acción.
El orbe despeinado amanece en su camino
cantando con el gallo matutino
despluman sus lecciones el ronco corazón.
brotando rojo en la flor del cascabel
sonriendo un poco, deshiela el viento
con ojos que calman la sed del clavel.
"Quejarse es contaminar el ambiente",
dice y hay piel de gallina en la mañana.
Se despereza el sábado, sumisamente,
descalzo va el otoño con fe ciceroniana.
Y sueltos los segundos ya sin frenos
corriendo como corren los días buenos:
ella sabe que en el principio, fue la acción.
El orbe despeinado amanece en su camino
cantando con el gallo matutino
despluman sus lecciones el ronco corazón.
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