paradoja del obediente mandante
el que obedece manda
manda ser obedecido
y su orden es "mándame,
mándame, mándame"
la incertidumbre queda entonces
del lado del que manda
porque obedece mandar
al obediente mandante
y porque, entre tanto
obedece mi "mándame
mándame, mándame"
ya no sabe ni porqué ni cómo
ni hasta cuándo le dura el mandato