se le escurrió la mente por los dedos
se le escurrió la mente por los dedos
y se cayó en un charco
el sol la iba quemando, hasta que
se puso nublado
empezó a llover
y ladraron los perros
el hombre recién se dio cuenta
cuando sintió un poco húmedo el ego
le dijo a todos perdón y se arrodilló
y con un sorbete se bebió su mente
reinsertándola en su cuerpo al instante
el flujo de la conversación siguió su curso