un rincón de sol eléctrico
En el transcurso de la pausa, llegando al tercio, dos nubes
enormes haciendo striptease corrían el serio riesgo de florecer en abismo. Hubo
un viernes sin piedad que aprovechó esa
belleza, un amplio espacio rectangular
de espinas, con una de las seis memorias largas espiraladas recién pintada de
primavera. Fue un aeropuerto sucio para no empañar la ventana trasera, detrás de sus sonrisas ahumadas mordiéndole el
hueso al crepúsculo, con dedos de necesidad y diáspora de aburrimiento, suspira
en un rincón de sol eléctrico.
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