poema para un dolor de bolsillo

no hay inseguridad
porque no hay trabajo

no hay inflación
porque hay hambre

ni el tiempo ni el escándalo
resultan comestibles

el paraíso perdido
de un futuro cada vez más
remoto y prometido

precipita
en cada bolsillo
en forma de agujero negro

mientras el
caramelo de la alegría
se amarga en la boca

y el globo amarillo
revienta

la patria golpea
la cabeza del Goliat
que la demora

y hasta el símbolo
resiste y se rebela