conciencia

Todo ente biológico tiene asociado un
mapeo del mundo, una serie de movimientos, trayectos y
lazos. Ciertos mapeos son genéticamente innatos en grados,
modulables por el ambiente y las enzimas. La conciencia es
acaso
un mapeo de mapeos, una suerte de red que sintetiza redes,
trayectos y lazos. No entran en esa red de redes ciertas redes
de mapeos inconscientes, manejadas en el cuerpo humano
por el sistema parasimpático, sin bien esta desconexión es
parcial; baste el ejemplo de los yoguis que controlan su
pulso a voluntad. Las recombinaciones de las redes que
componen la conciencia explican los cambios de
personalidad en los cuerpos humanos. La conciencia acaso
pueda pensarse como un red de redes variable y espejada.
Espejada, en tanto actúa por duplicación, mapeándose a sí
misma. Los errores en la replicación o saltos acaso
expliquen los diversos trastornos mentales. La conciencia se
presenta en grados. Los grados equivalen a la frecuencia de
aparición de nodos y lazos de la red, y a su índice de
estabilidad en las sucesivas reconfiguraciones. En los
sueños, la red de redes pierde integración, disparando locas
asociaciones. La conciencia aparece y desaparece. La
constancia en nodos y lazos explica la memoria, que es la
parte de la red que al reconfigurarse cada vez, reaparece con
más frecuencia. Los insumos sensoriales serán, quizá, los
nodos de la red. Etc