política del escándalo
la política del escándalo
se nutre
de momentos ocultos que
saltan
a la luz de la red
multimedia
ecos que repiten
espejos y parlantes
puntos de réplica
nodos que nos muestran
una oscuridad contagiosa
moho bajo la piedra
ahora bien,
dado este singular
contexto
de mutuas delaciones
más o menos
sospechadas de criminales
es la sospecha misma
el acto de sospechar
lo que legitima
al menos parcialmente
la situación política
de un grupo
o de una persona
en el teatro del ágora
y como nadie
está libre de pecar
y el pecado
es tal
sólo a la luz de un marco
jerárquico de intereses
de referencia
será tanto más legítimo
un accionar político
cuanto menos sospechas
genere
debiendo sobrevivir
los actores del drama
a la sucesión
de denuncias
con el mayor decoro
posible
o al menos adquirir
una mancha sustentable
interesa notar
que
esta lógica del escándalo
y sus breves paréntesis
resulta en gran medida
independiente
de circunstancias
estructurales
y sus dinámicas sociales
un escándalo más o menos
en modo alguno altera
significativamente
el crecimiento de las economías,
la distribución de los ingresos
el avance o retroceso del comercio
el burocraticidio permanente
de las instituciones pasadas
y presentes
vivimos pendientes de fantasmas
entonces
o como siempre:
la legitimidad de lo vigente
acaso se sostiene
en una red de ficciones
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