3 deseos
Pero ya ves, estoy demasiado delgada, sòlo huesos y la piel me cuelga,
dijo Raquel.
Y se asomò el lobo por entre sus costillas, como desde una ventana y silbaba.
Mucha gente se ofende con estas y otras delicias. Te todavìa quedan tres deseos
dijo Raquel.
Y se asomò el lobo por entre sus costillas, como desde una ventana y silbaba.
Mucha gente se ofende con estas y otras delicias. Te todavìa quedan tres deseos
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