Llega el día

Leyendo un cielo en perfecto equilibrio. Bañado de hábitos otoñales, con esa nariz que perseguía un tiempo de pelos largos y pies descalzos, salió al jardín como si de oro y se detuvo. Quieto junto a la puerta que llora. Y no pudo evitar imitarla.
"¿Por qué llora usted?", pregunta la puerta.
"Para no dejar que llore usted sola", responde.
"El que llora es el picaporte", aclara ella. Y el pájaro carpintero se muere de risa.

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