punto muerto


El hombre que creía ser nada, por casualidad se enfrenta a la muerte. La muerte, una pantera juguetona, sin embargo, bípeda e implume. Todo lo que toca lo vuelve piedra. Ahora bien, el hombre que creía ser nada, en realidad lo era. De modo que la muerte lo toca y lo atraviesa. "No se puede matar a un fantasma", piensa. Y el otro ni siquiera se da cuenta. Puede que sea inmortal, pero lo ignora. Puede que sea nada, y esto apenas lo sospecha. Quizá nos salve la incertidumbre, opina el lector, sonriendo ante al abismo. Pero si es así, responde el texto, creo que nunca lo sabremos.


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