El pan de cada día
Eran un dios y un niño que viajaban con un dragón de mundo en mundo.
Llegaron a una ciudad caminando, y una mujer en llamas les dijo:
-No tengo cuerpo.
Pero claramente era una especie de ofrenda.
Si alguien se presenta así, se trata de una ofrenda de aroma agradable, se sabe. El fuego es la primera fruta y su pulpa, suele consagrarse a los dioses.
Fue entonces que desde la ventana del templo,
el humo dibujó un rey que estaba soñando.
Soñaba poseer un ejército de hormigas.
La más grave de ellas era la mujer que ardía.
El resto mordía la carne de una araña enorme.
Coman el pan,
beban el vino. Hay cosas que tienen perdón,
hay pausas imperdonables.
Se sabe.
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