El rol de los medios en la vida de ultratumba

                                                         (FSF)

Ian McGuffin, seudónimo de Herbet Marshall McLaughlin, filósofo, erudito y profesor canadiense de meteorología y afines, desarrolla en esta, su controversial tesis de doctorado, las consecuencias extremas del espiritismo decimonónico. En efecto, siguiendo las huellas trazadas por sir Allan Kardec, en su celebérrimo  Libro de los Espíritus (1857), se propone, more geometrico, establecer las implicancias del sistema mediático contemporáneo en las adyacencias y puntos de fuga de aquello que denominamos, acaso por comodidad, acaso por inercia, "la vida misma". "Habría que considerar", nos dice McGuffin, "que la vida en tanto epifenómeno vibracional, se sostiene apenas en cuatro constructos perceptuales: a) el pulso y su relativa continuidad;  b) las inspiraciones y expiraciones asociadas al hálito vital (pneuma griego y/o ruach hebreo), c) un sistema de coordenadas espacio temporales, cuyo marco de referencia absoluto es Dios mismo y d) la extensión de la materialidad, sus pliegues y rugosidades". McGuffin reduce estos supuestos al absurdo, valiéndose en última instancia del argumento de la diagonal de Cantor, aplicado a la tabla periódica. Luego mediante abducción, obtiene los parámetros probabilísticos de ultratumba, reconociendo bordes porosos. Finalmente, establece relaciones biyectivas y toda una batería de homeomorfismos trascendentales, que son el fundamento de una potencial grieta de irradiación canónica, de toda clase de mensajes públicos, que moldean, al menos virtualmente, al modo del Demiurgo platónico, la plasticidad del reino ultramundano. "No sabemos aún, pues esta ciencia se encuentra en desarrollo, cuáles son las implicancias concretas de la construcción de una hegemonía Gramsciana post mortem. Podemos, sin embargo, aventurar la utilidad máxima de una articulación discursiva que entable un consenso regulatorio de opiniones, intersectando el reino de los muertos y sus creencias con la opinión del hombre de la calle", concluye.