reinaba el silencio
Al borde del río, de pies descalzos, un hombre con cabeza de puma. La mujer se quita un ojo y se lo pone en la boca. Después se sienta en la tortuga. Y confiesa:
--Tengo frío. Tengo sed.Tengo hambre.
El otro parece no escucharla, masticando el ojo con cuidado, paladeando cada imagen.
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