no hay cuidado
Para el hilarante dedo humano falta
aùn una mañana suave en mayo
Ocioso, sin destino, un sol helado
un sombrero de visera y un tiempo magro,
cuellos quizà como peregrinos,
me hacen la cabeza como un payaso.
Ya andaba yo borrándome en un paseo,
Y más, cuando llegaste a mì
infausto deseo,
besando la Medusa
de Perseo,
con los ojos abiertos para adentro
y para afuera totalmente cerrados
Tentaciones de araña y hormiga,
Precisión cotidiana y repentina,
El fantasma de una persona muy tímida
asustándose a sì mismo
en el espejo del lago
una imagen congelada borrosa
como aguja de mosquito en la retina,
Para aquellos que comulgan en la Iglesia
de la comodidad y la rutina
Mientras que las cosas infelices no se resuelven
solas nunca
ni los dolores se curan con una aspirina
Confundido y angustiado por el ruido,
Allí, el fantasma se detuvo,
Y cuídate de ser el dios
de un paraíso perdido
Ve por la falda de la colina,
No hay cuidado
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